Qué huevos comer

El otro día alguien preguntaba a cerca de si era saludable o no comer huevos, cuanta cantidad a la semana… Quizá la mejor pregunta para responder a eso sea más bien… ¿qué huevos elegimos comer? (no pienses en verde, jejeje).

No sé si alguna vez os habéis fijado en la numeración que llevan impresa los huevos en su cáscara… Bien, pues esa numeración es más que un simple control de “calidad”, sino que nos habla de la historia de ese huevo.

Podéis echar un vistazo al siguiente gráfico para haceros una idea:

Si preguntamos en el Instituto de Estudios de Huevo, seguramente intenten convencernos de que la forma de la cría no influye en la composición nutritiva del huevo, pero ¿cómo puede ser entonces que el color de las yemas sea tan diferente en unos y en otros? Digo yo que alguna diferencia si que habrá para que unas sean casi naranjas (en los camperos, por ejemplo) y otras amarillo apagado (en los de jaula). En algo tiene que cambiar todo esto cuando en el año 1940 cada gallina producía ya en plan industrial una media de 134 huevos por año y ahora la media es de 260 por año (¡¡y hace 8000 años, cuando empezamos a consumir los huevos, la media era de 30 huevos al año por gallina!!).

Pero… que cada cual juzgue por sí mismo… Ahora… ¿cómo saber qué tipo de huevo nos estamos comiendo? Bien… ¿recordáis la numeración de la que hablábamos al principio? Si os habéis fijado en el gráfico, es el primer número del código es que nos indica las condiciones en las que vive la gallina que ha puesto ese huevo y que ahora pasamos a explicar un poquito más en detalle. Empecemos de mayor a menor:

CÓDIGO 3 = CRÍA EN JAULA

Son las llamadas “gallinas ponedoras”. No pondremos fotos de las terroríficas imágenes que pueden encontrarse en múltiples enlaces de internet… pero si queremos destacar que son gallinas que jamás tocan el suelo ni salen de unas inmundas jaulas de a penas el tamaño de medio folio, hacinadas unas sobre otras formando columnas de altura considerable (“gallinas de bateria”), con lo que es fácil intuir donde van a parar los excrementos y los efectos de los mismos, con lo ácidos que son, cuando caen sobre las plumas de las gallinas en jaulas inferiores. A menudo les cambian el ciclo de luz para aumentar la producción, les someten a periodos de hambruna y sed produciendo una “muda forzada”, porque la muda hace comenzar de nuevo el ciclo de puesta de huevos cuando la producción baja, les alimentan con piensos y hormonas, les cortan el pico para que no puedan automutilarse debido al estado de estrés, los hierros de las jaulas deforman sus patas… (¡¡Y eso por no hablar de la cantidad de pollitos macho que se matan por no servir para la producción!!).

Después de un par de años como mucho ya no sirven como gallinas ponedoras y es entonces cuando las llevan a los mataderos avícolas para que terminen formando parte de caldos, sopas, productos cárnicos similares de bajo contenido en pollo e incluso piensos para perros!!

CÓDIGO 2 = CRÍA EN JAULA

Éstas gallinas están criadas en jaula igualmente, aunque no en batería, con un mayor control del estado de las mismas y las condiciones ambientales de la nave. Las gallinas pueden moverse relativamente libres por la nave donde viven y si, sólo relativamente porque la nave está densamente poblada.

CÓDIGO 1 = CAMPERAS

¿Crees que las gallinas camperas están correteando por el campo como las de nuestros abuelos?

Pues no, estas gallinas se crían en grandes naves industriales, sin tanta superpoblación eso si, pueden salir al aire libre durante cortos periodos de tiempo. Parte de su alimentación por lo tanto no es a base de piensos.

CÓDIGO 0 = ECOLÓGICAS

Gallinas con amplio espacio donde buscar alimento y moverse libremente debido a la poca densidad de los terrenos donde viven. Su alimentación procede al menos en un 80% de la agricultura ecológica y la utilización de medicamentos y antibióticos en ellas está muy restringido o es nulo, no como en el resto de tipos de cría.

Bueno pues… ya cada cual elija lo que quiera/pueda!! Pero al menos ya no nos engañan ;-)