domingo, 7 de marzo de 2010

Las bombillas de bajo consumo un peligro medioambiental y para nuestra salud.

El ministerio Español de Industria, Turismo y Comercio ha comenzado a regalar vales para canjearlos gratis por “bombillas de bajo consumo”. Que gran idea, vamos a ayudar al medio ambiente, pero…. ¿es verdad que ayudamos al medio ambiente con este tipo de bombillas?
En el nº116 de la revista DSalud un articulo de Francisco San Martín responde a esta pregunta. Voy a resumir la información expuesta en el artículo pero recomiendo leerlo entero porque no tiene desperdicio.
En este artículo expone que bombillas de “bajo consumo” que es como las conocemos, (internacionalmente se denominan CFL) son esas bombillas tan distintas a las tradicionales que cada día más, encontramos en las tiendas.
Este “regalo” que nos hacen lleva en su interior un autentico peligro para nuestra salud y para el medioambiente. Básicamente por tres razones:
1. Contienen mercurio (sustancia muy tóxica y cancerígena)
2. Emiten radiofrecuencias biológicamente dañinas.
3. Emiten radiaciones ultravioletas.
Además existen sospechas de que esas radiaciones y su centelleo puede provocar migrañas, fatiga, confusión, vértigo, zumbido en los oídos, problemas en los ojos, nauseas, irritaciones de la piel y agravan los síntomas en personas sensibles a los campos electromagnéticos.


CONTIENEN MERCURIO
Si, si, contienen mercurio. Al enterarme me quedé con la boca abierta. Como es posible que un objeto de uso diario contenga ¡POLVO DE MERCURIO!. Además con la facilidad que tiene para romperse una bombilla, porque ¿a quien no se le ha roto una bombilla en casa?
Otro producto cotidiano que contiene mercurio son los termómetros clásicos que desde abril en la Unión Europea se ha prohibido su comercialización. Por el elevado peligro que supone la rotura de un termómetro. No entiendo desde el punto de vista medioambiental el uso de este tipo de bombillas con polvo de mercurio. Y además que el Gobierno Español las promocione.
Ahora en cada casa no habrá un objeto con mercurio, sino que habrá por lo menos uno por habitación.
Quizás puedas pensar que es un pequeñísimo contenido en mercurio el que tienen estas bombillas de “bajo consumo” (CFL) pero la realidad es que tienen entre 3 y 5 miligramos dependiendo del tamaño de la bombilla. Para que te hagas una idea de cuanto mercurio es este. El límite de mercurio del Canadian Water Quality (CWQG) para proteger la vida de agua dulce es de 26 nanogramos de mercurio inorgánico por litro de agua (un millón de nanogramos es lo mismo de un miligramo). Esto significa que si una bombilla CFL se rompe en un río puede contaminar 190.000 litros de agua.
Los efectos del mercurio en nuestra salud son devastadores en especial para el cerebro, sistema nervioso, el hígado y los riñones. Daña cualquier tipo de tejido. Puede ser la causa de temblores, inestabilidad emocional, pérdida de memoria, insomnio, problemas neuromusculares, dolores de cabeza, Alzheimer y cáncer. Además de afectar al desarrollo de fetos y bebes.
Según el Institut National de Recherche et de Sécurité (INRS) francés que es un instituto para prevenir accidentes y enfermedades profesionales. La inhalación por un perro de aire que contenga 0,1 miligramos de mercurio por metro cúbico de aire a las seis semanas provoca problemas neurológicos irreversibles.
Si una bombilla se rompe contaminaría 50 metros cúbicos!!!!
Aunque limpies la habitación donde una bombilla se rompió las concentraciones de mercurio siguen elevadas. El mercurio se adhiere a cualquier tipo de tejidos textiles (cortinas, alfombras, la ropa) que después pueden desprender vapores de mercurio durante mucho tiempo. No laves esta ropa porque seguirá desprendiendo mercurio y se pegará a otra ropa además de contaminar el agua. Hay que meterlo en una bolsa cerrada y llevarlo a un centro de recogida de residuos. Al igual que si se rompe una bombilla de “bajo consumo” también hay que llevarla a uno de estos centros.
El protocolo entero en caso de rotura de estas bombillas se puede encontrar en la revista DSalud y la verdad que sólo leerlo es muy alarmante por la cantidad de precauciones. Este procedimiento lo han creado tanto el Department for Enviroment, Food and Rural Affairs (DEFRA) y la agencia de protección del medio ambiente estadounidense al igual que otros centros de todo el mundo que nos indican que hacer en caso de rotura.
EMISIONES RADIOELÉCTRICAS
No son inocuas, dependiendo el riesgo de la distancia y la potencia pueden causar problemas musculares y articulares, dolores de cabeza, nauseas, trastornos del sueño, problemas respiratorios, erupciones, ansiedad, depresión, problemas neurodegenerativos, vasculares y cáncer.
La red eléctrica genera 50 Hz y las bombillas de “bajo consumo” lo multiplican por 1.000 llegando a superar los 50.000 Hz según Pablo Mata responsable del departamento I+D de New Energy Ways. Esto supone que los límites establecidos de 50 Hz por la International Commision on Non Ionizing Radiation Protection (INCIRP) se van a superar con creces.
Una bombilla convencional no hace variar el ruido de fondo – radiofrecuencia. Mientras que si estás a menos de un metro de una bombilla de “bajo consumo” esta si que produce ruido de fondo – radiofrecuencia. Esta depende de la potencia de la bombilla y lo cerca que estés de ella.
Algunas mediciones 180 V/m a 34 V/m están muy por encima de las recomendaciones del Consejo de Europa de 12 de julio de 1999 referente a la limitación de la exposición del público a los campos electromagnéticos. El nivel de referencia más severo es de 28 V/m. Mientras que los expertos indican que un campo electromagnético biológicamente admisible estaría en 0,6 V/m.
Lo mejor es mantenerse lo más alejado de estas bombillas para evitar este tipo de radiación, por lo menos un metro. No utilices este tipo de bombillas para leer en la cama ya que estarían muy cerca, ni si tienes un marcapasos u otro dispositivo que se pueda dañar por campos electromagnéticos.
Producen una contaminación de campos electromagnéticos muy grande.
Si no quieres estropear tus equipos electrónicos oficialmente se recomienda un máximo de 3 V/m. Y para la protección de personas se recomienda 28 V/m. Por lo que mantén alejados tanto aparatos eléctricos como a personas. Preferiblemente aparatos eléctricos que según estos datos son más importantes que las personas.
ELECTRICIDAD SUCIA
Los campos electromagnéticos emitidos por las bombillas “de bajo consumo” pueden viajar a lo largo de la instalación eléctrica.
La electricidad sucia es la radiación que fluye a lo largo de los cables y se irradia desde ellos. Por lo que personas que se encuentran en otras habitaciones pueden quedar expuestas a esta radiación.
La electricidad sucia afecta de manera negativa a la salud como un estudio que asocia el mayor riesgo de cáncer con la electricidad sucia.
Las bombillas de “bajo consumo” generan 300 unidades de electricidad sucia y una casa llena de este tipo de bombillas podría tener graves consecuencias.
EMISIONES ULTRAVIOLETAS
La Health Protection Agency (HPA) británica ha advertido del riesgo de estar a menos de 30 cm. de estas bombillas durante mucho tiempo. También la British Association of Dermatologists ha solicitado al Gobierno que se permita a las personas con problemas de piel seguir utilizando las bombillas clásicas.
LA ALTERNATIVA A LAS BOMBILLAS DE “BAJO CONSUMO”
Las bombillas LED consumen un 92% menos que las bombillas tradicionales y un 30% menos que los fluorescentes. Y pueden durar hasta 20 años.
Según Pablo Mata, “Las bombillas LED carecen de sustancias tóxicas, no emiten luz infrarroja ni ultravioleta, no parpadean (como lo hacen las de “bajo consumo”) y tienen un consumo estable durante el encendido y el apagado siendo por ello las de menor consumo del mercado”
Las LED hoy por hoy son más caras que las de ”bajo consumo” pero el consumo del coste kilovatio/hora de una LED sale por 16,80 euros mientras que una de “bajo consumo” es de 126 euros.
Por lo que usar bombillas de “bajo consumo” rebajaría nuestra factura por 4 pero si lo que usamos son LED la rebajaríamos por 24.
En lugar de promover las bombillas “de bajo consumo” CFL que son muy contaminantes y dañinas para la salud existe una alternativa que además de no tener estos inconvenientes reduce mucho más el consumo de energía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario