domingo, 7 de marzo de 2010

A la rica vitamina C





Que el otoño esté aquí cerquita y las temperaturas cambien, no quiere decir que tengamos que resfriarnos “si o si”, pero ¿qué os parece si le ofrecemos una ayudita al cuerpo para todos estos cambios que está experimentando?
Hace poco os hablamos de las propiedades de los tomates y su riqueza en vitamina C y hoy vamos a hacerlo de un árbol que redescubrimos este verano en los bosques de Asturias y León y quizá no sea tan conocido. ¿Os suena el saúco? ;-)
Es un árbol que tiende a encontrarse en bosques, márgenes de ríos o corrientes de agua y en entre setos. Puede llegar a medir hasta 10 metros de alto, pero frecuentemente se le encuentra en su forma arbustiva y sus propiedades terapéuticas parecen interminables :-)
Las primeras referencias de su utilización se remontan a la Edad de los Metales, en el quinto milenio antes de Cristo y de él pueden utilizarse las flores, hojas, frutos y corteza. El saúco se ha utilizado como alimento, como repelente de mosquitos, en ritos religiosos o mágicos, insecticida, para fabricar silbatos, en medicina…


La infusión de saúco puede ayudarnos a expulsar mucosidades, calmar la tos, sudar, bajar la fiebre, desinflamar las vías respiratorias y estimular las defensas frente a los virus y bacterias, por lo que se convierte en un gran aliado en casos de resfriados, gripes, faringitis, amigdalitis…
Pero no terminan aquí sus propiedades y es que, puesto que ayuda a la producción de defensas, también es muy útil para el cuidado de los ojos (fatiga, ojos rojos, relaja la hinchazón de los párpados, la irritación de ojos, conjuntivitis que no sea alérgica, cataratas…)
También es un importante diurético y depurativo que depura la sangre y contribuye a eliminar toxinas acumuladas en el cuerpo. Es utilizado como analgésico (en casos de dolores de cabeza e incluso de reuma), antiinflamatorio, desinfectante, ayuda a conciliar el sueño, es antioxidante, antiséptico, muy rico en Vitaminas C, A, B7, colina… y podríamos enumerar hasta llenar páginas enteras!
Ahora bien… si es cierto que el saúco tiene propiedades muy beneficiosas, igualmente cierto es que hay que tener cuidado en su utilización, pues ingerir sus frutos sin estar maduros resulta tóxico. Cuidado pues con esto!! Y si vamos a utilizar esa parte del fruto, mejor asegurarnos y comprarlos en herbolarios o asegurarnos de que estén bien maduritos.
Veréis, tanto los frutos como las hojas y la corteza, contienen una sustancia que en contacto con la saliva produce ácido cianhídrico, o sea, cianuro si no están bien maduros o hervidos o macerados. En cualquier caso también es importante no excedernos de la dosis recomendada si no queremos hacer muchas visitas al baño!! Y ¿cuáles son esas recomendaciones? Aquí os las traemos!
Se recomienda hervir durante 10 minutos, 20 gramos de hojas o flores secas en un litro de agua y dejar reposar unos minutos. Puede utilizarse en compresas o en infusión y:
  • si mezclamos la infusión con unas gotitas de equinacea (también en herbolarios) reforzaremos nuestro sistema inmunológico.
  • Si la mezclamos con un poquito de menta y miel en caso de fiebre y tos.
  • Hacer gárgaras con ella en casos de faringitis o amigdalitis y enjuagues en casos de gingivitis o úlceras en la boca.
  • Poner la infusión en compresas y aplicar sobre la zona afectada para tratar el acné, golpes, eccemas, forúnculos, ojos cansados, párpados hinchados, conjuntivitis...
En el caso de cocer los frutos, obtendremos una bebida depurativa y si se trata de la corteza, resultará diurético.
Para más información podéis pasar por estos interesantes enlaces:
Nosotros os dejamos con una recetita que esperamos resulte de vuestro agrado!! ;-)
Infusión de genciana, tomillo, saúco y amapola
40 gr de raíz genciana troceada
35 gr de flores de tomillo
15 gr de flor de saúco
10 gr de pétalos de amapola
Poner una cucharada sopera de la mezcla por cada taza. Hervir durante dos minutos, dejar reposar tapada durante 20 minutos más y colarla. Mejor si se toma a pequeños sorbos.
Si vamos a preparar una sola taza, podemos guardar lo que sobre de la mezcla de hierbas sin utilizar en una lata y reservarlo para otra ocasión. Conviene recordar que es mejor guardar las infusiones en latas o recipientes opacos que no dejen pasar la luz ni la humedad pues las deteriora.
Ahora si… que disfrutéis de vuestros experimentos-descubrimientos!!

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