domingo, 7 de marzo de 2010

La conspiración de la industria alimentaria para mantenerte “enganchado”.



En los últimos años a salido a la luz un montón de información relativa a las compañías tabaqueras en la que se dice que añaden sustancias químicas a los cigarrillos para hacerlos más adictivos, incrementando la adicción que produce la nicotina y así tener a los fumadores más enganchados.
¿Qué pasaría si la industria alimentaria estuviera haciendo lo mismo?
No sé a vosotros, pero hay a mi hay unas estrellitas de hojaldre y miel que, incluso sin sentarme bien o sin tener hambre o teniendo la tripa llenísima, “me llaman” con una “voz” casi-irresistible!! Jejeje... ¿Qué es lo que está pasando ahí entoces?
Según el Doctor David Kessler, MD, esto es exactamente lo que las compañías de alimentación llevan años haciendo, y es al menos parcialmente responsable de las epidemia que hay hoy en día de obesidad y “atiborrarse a comer”.
Kessler, encargado de la comisión de la FDA (la administración pública Alimentaria de los Estados Unidos), ha escrito un genial libro que se llama "The End of Overeating" y aquí vamos a exponer algunas de las afirmaciones que hace en éste libro.
1. La comida que ha sido “creada” contiene combinaciones de grasa, azúcar y sal que nunca antes se encontraron en la alimentación humana.
2. Estas combinaciones – particularmente grasa y azúcar – están diseñadas para estimular la bioquímica del cerebro para hacer que sea prácticamente imposible resistirse (¿recuerdas ese anuncio que dice cuando los pruebes no podrás resistirte? ¡No lo decían por decir! ¡Sabían de lo que hablaban!).
3. Estos productos ponen en alerta a las neuronas del cerebro para que se activen más. “El mensaje comer, se vuelve más intenso, motivando a actuar de un modo mas enérgico en busca del estímulo” según Kessler.
4. El objetivo más importante de la comida “diseñada” no es la alimentación, es la de crear un sentimiento de expectación, ilusión y deseo activando los centros del placer del cerebro.
  1. Una vez que los centros del placer del cerebro han sido “secuestrados” por estas comidas, nuestro deseo de comerlos no tiene nada que hacer el hambre y se parece más a un comportamiento adictivo que otra cosa.
Hay mucha más información en este interesante libro, otros puntos que merecen la pena mencionar aquí.
Kessler piensa que para eliminar las adicciones a ciertas comidas, sería mejor eliminarlas por completo al menos durante un tiempo. Sería así porque cuando eres adicto a algo (tabaco, alcohol, azúcar, cereales) – la idea de todo en moderación es inútil. Un alcoholico no puede beber en moderación, una persona con alergia a los cacahuetes no puede comer cacahuetes en moderación, y aquellos que somos adictos a letales combinaciones de azúcar y grasa tenemos que tratar con los alimentos que contienen estas combinaciones de la misma manera – ¡abstinencia! Aunque suene radical.
Kessler tambien cree, sin embargo, que es muy difícil mantener una dieta eliminando por completo comidas que te encantan. El sugiere que seamos muy cuidadoso cuando empiecemos a comer de nuevo ciertas comidas y lo hagamos con una renovada conciencia sobre los peligros que entrañan y teniendo una actitud diferente sobre las cantidades.
Este libro hace pensar sobre lo que comes, por qué y cuánto comes. Los repentinos antojos no tienen porqué convertirse en compulsiones que tienen que ser obedecidas, podemos negarnos a seguir ese plan por parte de la industria alimenticia para mantenernos “enganchados” a ciertas comidas.
No volverás a ver una galletita de chocolate del mismo modo y aunque elijamos comer alguna de vez en cuando, con información siempre podremos hacer que sea eso: NUESTRA PROPIA ELECCIÓN y no una manipulación ;-)

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