domingo, 7 de marzo de 2010

¿Bueno o malo? ¿malo o bueno?




Suelo pensar que una mirada atenta, unos oídos dispuestos y unas ganas crecientes de dejarse sorprender, a menudo pueden regalarnos momentos fantásticos en nuestro día a día. Pues hace ya algún tiempo una niña de cinco años de edad me regaló uno de esos momentos.
El lugar era un aula de escuela donde estábamos realizando una actividad con personas de tres, cuatro y cinco años de edad. De pronto, una de las pequeñas se acerca con el dibujo que aparece en la imagen y pregunta:

NIÑA: Rebe ¿me das otra hoja? No me ha salido bien el dibujo.
Lo agarro, lo miro y claro, desde mi “ignorancia”, me encanta.

REBECA: ¿Si? ¿No te gusta?
(Me cachis... Ya dije más de lo que quería. ¿Cuándo había ella mencionado que no le gustara? Esta manía de simplificar y anticipar cosas que a veces se me escapa...)

NIÑA: No, si sí que me gusta pero no quería hacerle malo (a esto me refería). Quería hacerle bueno.

Y ahí ya me quedo sin palabras, porque al mirarlo, efectivamente, a mi también me había dado la sensación de ser "malo".
En fin, ¡¡sigo alucinando con el regalo!! jejeje... ¡¡Ya me diréis si os apetece!! ;-)

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